Edad de transición: madre e hija. ¿Cómo seguir siendo novia de una hija en crecimiento y no convertirse en su enemigo jurado?

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Tarde o temprano, todos los niños comienzan a crecer. Este proceso es para todos. El período de crecimiento se llama la edad de transición del niño. Este problema a veces estropea la relación de la madre y su hija que ya está creciendo, que parece ser lo suficientemente inteligente como para ser responsable de sí misma y tomar decisiones serias. Las hijas se rebelan, y las madres a veces no saben cómo lidiar con esto y toman medidas categóricas o simplemente no hacen nada, lo que agrava la situación.

Cada madre quiere que ella y su hija nacida se hagan amigas en el futuro, compartan secretos, discutan sobre la escuela, los niños y planeen actividades conjuntas. Y hasta algún tiempo tuvieron éxito. Pero ahora la hija se ha vuelto reservada y confía menos en su madre. ¿Por qué está pasando esto?

Mamá debe recordar que la edad de transición es un período temporal que pronto pasará. En todo lo que necesita para buscar aspectos positivos. En este momento, es mejor enseñarle a su hijo a pensar de manera adulta, tomar las decisiones correctas y percibir el mundo que lo rodea.

La reacción normal de la hija será la resistencia a todas estas enseñanzas, pero vale la pena recordar que el crecimiento pasará y que los problemas que aparecen durante este período de tiempo permanecerán, así que no dejes que todo pase solo, creyendo que todo pasará solo.

En educación, primero debes comenzar contigo mismo. La madre debe aprender el autocontrol y la autodisciplina, porque es tonto e irresponsable exigirle esto al niño durante este período. El concepto de relaciones es vago, por lo que vale la pena comprender algunos de los puntos que conforman la relación de madre e hija adolescente.

Esfera de emociones

Las niñas bajo la influencia de las hormonas durante el período de transición tienen muy mal genio, por lo que pueden comenzar a ser groseras con sus madres. A menudo sucede que los padres ven esto como un comportamiento que es completamente inaceptable por parte del niño, y comienzan a suprimir tales modales en una forma bastante cruda y categórica. Pero las madres deben recordar: cuanto más rudo se comunica su hijo en un momento de transición, más necesita su amor y cuidado.

Por lo tanto, también enfrentará una tarea difícil: tendrá que aprender la tolerancia. Esta será la mejor preocupación para su hija adolescente. Intenta reformular tus palabras de respuesta, tratando de hacerlas más francas.

Intenta explicarle a tu hija cómo te sientes en este momento. En ningún caso, no le diga al niño que está haciendo algo mal. Esto no solo causará una respuesta aún mayor, sino que también puede crear complejos en el futuro.

Entendimiento mutuo y confianza

El niño está creciendo, tiene sus propios intereses, sus secretos. Y el control total es lo peor que un padre puede hacer durante el crecimiento de su hijo. Un adolescente debe tener un espacio personal, y usted debe soportarlo. Pero debe discutir de antemano el alcance de lo que está permitido. Si no se puede evitar el problema, el niño no debe ser tabú en el momento del conflicto, ya que esto implicará una reacción violenta.

En el mismo momento, el adolescente querrá hacer lo contrario, para confirmar su independencia. Recuerde que al establecer límites, también debe tener en cuenta los intereses de su hija, porque ella también debe recibir su experiencia de vida.

Además, para darle al niño la independencia que tanto desea, es necesario descubrir en una atmósfera cálida y benévola qué decisiones puede tomar por sí mismo y qué más debe pedirle permiso a sus padres. Y es mejor explicarle al niño por qué debería escuchar a sus padres y no presentarlo categóricamente con la frase "porque lo dije", porque para un niño adolescente no es una razón suficiente, considera esta frase como una orden y obedece ahora no tengo intención.

Cambios fisiológicos

Al observar a su hija todos los días, las madres a veces no se dan cuenta de lo rápido que ocurren los cambios en el cuerpo de sus hijos. Las niñas están creciendo y están interesadas en una gran cantidad de preguntas sobre los cambios que les están ocurriendo.

No descuide este momento, pensando que el niño aún aprenderá todo en la escuela de amigos, conocidos y compañeros, porque el niño puede recibir información completamente falsa. Para evitar problemas y mejorar las relaciones de confianza con su hija, es mejor comenzar una conversación sobre los cambios que se están produciendo.

Por supuesto, al principio puede ser difícil e incómodo para usted, pero en el futuro traerá un resultado positivo en la forma de confianza de su hija.

El período de transición en las niñas cae al comienzo de la menstruación. No sería superfluo felicitar a su hija por este evento, reconociendo así su crecimiento.

Al hacer esto, disipará sus temores, porque probablemente ella no decidió decírselo de inmediato. Pero incluso si no lo dijera, y lo aprendió de otras fuentes, su hija no debería ofenderse, y mucho menos mostrarle su disgusto. Esto minará su confianza.

Las mamás deben recordar que aquellos problemas que no podrán resolver durante el período de transición de su hijo probablemente conlleven más malentendidos. Por lo tanto, sea más tolerante. Recuerde darle a su niña calidez y afecto como ella lo permita.

No permita que las dificultades en el trabajo, la irritación y la fatiga estropeen su relación con su hija, porque entonces buscará lo que salió mal, pero ya habrá perdido el tiempo. Si no puede establecer relaciones con su hijo usted mismo, no será superfluo visitar a un especialista. Esta será la clave para una relación cálida con su hija durante mucho tiempo.

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