Un estudio reciente de genetistas, una vez más destinado a estudiar la naturaleza de la obesidad, mostró que la enfermedad está fuertemente asociada con el genoma humano.
Se analizaron muestras de ADN de 300 mil personas para detectar la distribución de depósitos de grasa en el cuerpo.
Resultó que el genoma humano tiene más de 140 zonas que determinan el desarrollo de varios aspectos de la obesidad. Las tecnologías de análisis modernas han permitido aislar vías biológicas previamente desconocidas que controlan no solo el peso corporal, sino también la distribución de la grasa corporal.
Resultó que la frase convencional "predisposición a la obesidad" está lejos de ser un mito. El sobrepeso está "controlado" por muchos genes, lo que complica la lucha contra esta grave enfermedad, lo que dificulta la creación de un medicamento que se adapte a todas las personas con sobrepeso. Los científicos actualmente están tratando de entender cómo funcionan los genes de la obesidad.
